sentado a la orilla
de mí mismo,
contemplando sin juicio
esta persona,
los días pasados,
el tiempo gastado,
el camino andado
sentado en los límites
de mí mismo,
percibiendo el sentido,
lamiendo las heridas,
cultivando las esperanzas
sentado en el margen
de uno mismo,
en la división
entre cielo y la tierra,
en la frontera
de la tierra y el mar