viernes, 17 de noviembre de 2017

noche y piel




era noche cerrada
hora de entregarse al deseo
el universo confabulaba

la brisa mecía las hojas caídas
el otoño ya se anunciaba

sus labios tenían el sabor
de la noche tibia y serena
sabían a verdad
mas verdad que el pan y la tierra

el cielo
sábana cubierta de estrellas
hacía llover una calidez ligera

la suave y fresca brisa
besaba nuestra boca
nos acariciaba

lo vivido aquella noche
quedó grabado en las hojas secas

en mi cuerpo
sus emociones
quedaron impresas 
su olor era como el aire
que en mi penetraba

las imágenes
los sabores
las sensaciones
para siempre tatuadas
para siempre talladas

todo quedó
en la piel del tiempo
desapareció en la sombra
se fue con el deseo
se fue con el viento

y la noche
se hizo oscura
y fría