que la vida
florezca en nuestro interior,
que nos convirtamos
en el fruto que deseamos
que nuestra tierra
esté preparada y labrada,
este húmeda y mullida,
que huela a fertilidad
que las semillas
se sientan protegidas,
cobijadas,
como una madre protege
a sus crías
que nuestro interior
sea un prado de aromáticas,
con un césped tupido
y árboles frondosos,
para que vengan
a anidar
las aves del cielo
las aves del cielo
que la vida florezca
en nuestro interior,
así como es fuera
de nosotros
lo sea también
dentro